lunes, 2 de noviembre de 2009

Final de etapa

En Hollywood es costumbre incluir en los pactos de boda los que hacen referencia al hipotético final de la relación que en ese mismo instante se certifica a través de una magnífica ceremonia: cientos de invitados, miles de canapés, millones de sorbos de champán (francés, por supuesto). Y una duda: la derivada de la propia confianza en alcanzar una relación duradera, sólida y sincera. Aquí no es tan frecuente. O menos conocido.

Hoy he (hemos) certificado un final. BV ya no volverá a ser lo que ha sido hasta la fecha. La crisis ha tenido la culpa. La puta crisis. Un final que, por supuesto en su momento no aventuramos. Un final como siempre doloroso.

Otro magnífico proyecto que se va al garete.

Habrá que reinventarse. Habrá que mirar adelante. Habrá que asumir que, como se constata una y otra vez en Hollywood, nada es eterno.

Gracias por todo, compañeros, que ha sido mucho.

De nada. A vuestra disposición.

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