jueves, 4 de diciembre de 2008

Plano

Cuando, de forma muy coloquial, decimos de algo o alguien que su encefalograma es plano no nos referimos, como es de suponer, a la actividad eléctrica de sus neuronas, sino más bien al resultado final de esta (in)actividad. Se trata simplemente de un símil. No obstante a veces éste toma cuerpo y se materializa en forma del producto más inesperado.

El caso que me ocupa hoy es una de las más recientes incorporaciones a la parrilla tardonocturna de TV3: L’hora Q. El programa, falsamente coral, no deja de ser una propuesta de informativo distinta. Lo que ignoro es distinta de qué. ¿Distinta por la disonancia entre la puesta en escena y su horario? ¿Distinta por un esquema a medio camino entre el informativo y el magazín?¿Distinta por hacer cohabitar periodistas añejos (a pesar de la edad) con otros principiantes (a pesar de la experiencia)?¿O simplemente distinta por evitar a toda costa parecerse al modelo al que tanta personalidad imprimió la actual directora de la cadena?

Un modelo distinto que, por ahora, no logra hacerse un hueco en la mente de los consumidores de TV. Y no hablamos de cifras. Creo que, a estas alturas de partido, juzgar un producto televisivo solamente por su audiencia, su share u otros aditamentos cuantitativos es casi obsoleto.

De lo que hablamos es del poder de convocatoria, hablamos de la reacción del público ante lo que se le ofrece. Y esa es en muchas ocasiones inexistente. Empieza el programa, se desarrolla, termina y aquí no ha pasado nada. Unos cuantos espectadores frente a la pantalla y ninguno más. Anoche no logró convocar a más público ni en el corte publicitario de otras cadenas. Se lo quedó Buenafuente. Y eso es un síntoma grave. Cuando no se es alternativa ni en los descansos del resto es que el interés es realmente bajo. De ahí el perfil de la curva: plano. Sin altibajos, sin cambios, sin vida. Sin la electricidad necesaria. Con las neuronas dormidas. Será por la hora. Por la hora Q concretamente.

1 comentario:

Oriol Lagé Altés dijo...

la presentadora (da la que ar no recordo el nom, imagina't l'interès, va marxar dels matins de Cunill Cuní pq és un despota amb la gent que treballa amb ell, se'n va anar a un diari a no se que fer (potser fotocòpies fent moobing als becàris)i ja tenia pactada la tornada a la "pura i inmaculada TV3", però com? no ho sabien i es van haber "d'inventar un format (deformat) on sortis ella molt guapa i la resta "encefalograma plano" (deu ser per això que enfoquen poc al públic pq deuen estar dormint). Hi ha poca gent o pocs equips que sàpiguen fer les coses depressa i corrent i aquest no és el cas. El cas, com diu vostè, és que si un programa té menys audiència que els anuncis d'una altra cadèna, s'ho han de fer mirar, o formategen el progama (mai més ben dit) o la insigne directora s'el menja amb patates. Tot això que he dit no és producte de la meva imaginació (que podria ser), és informació treta d'un alt càrreg de TV3 amb el que tinc molta coneixènça (potser massa i tot) del qual no diré el nom per raons òbbies.

oriol (braincoocker)