viernes, 7 de noviembre de 2008

Sin miedo

No se puede estar en la cárcel y con miedo. Qué gran frase. Mejor: qué gran pensamiento. Toda una declaración de intenciones que he hecho mía desde el mismo momento en que la he oído, esta tarde, de boca de una invitada que Gemma Nierga tenía en su programa. Hablaban desde Lorca.

La cosa venía a cuento de una conversación acerca de las posibilidades de cocinar platos más o menos apetecibles con un presupuesto reducido (“cocina de crisis”, otro gran acierto) y la invitada, de la que lamento no recordar su nombre, afirmaba poder cocinar un menú navideño con menos de seis euros (postre incluido, faltaría más). Tampoco recuerdo exactamente los manjares que proponía, pero sí recuerdo que además ha lamentado no poder ofrecer esta misma tarde la oportunidad a Gemma de catar uno de esos platos radiofónicamente más que sugerentes. Esto es arrojo. Esto es creatividad. Esto es confianza en las posibilidades de uno mismo. ¿Quién dijo miedo?

Demasiadas veces nos quejamos de los pocos recursos de que disponemos para la ejecución de nuestros maravillosos planes, de nuestras mejores estrategias: ¡lo que podríamos hacer si tuviéramos el presupuesto adecuado! Oyendo cosas como la que traigo a colación, creo a veces que nos hemos adocenado. Que no somos capaces de recomendar si no es disponiendo de grandes cifras, que siempre nos parecen pequeñas.

Hace una semana, en la entrega de los Premios a la Eficacia en Comunicación (los Efis), se elogiaba y premiaba a más de una campaña por haber logrado triunfar con poco presupuesto. ¿Poco? ¿Cuánto es poco? ¿A partir de cuánto ponemos la máquina a funcionar? No seré yo quien ponga la cifra, pero me temo que todavía no sabemos a ciencia cierta qué es poco presupuesto.

Habrá que ir tomando medidas. Habrá que irse acostumbrando a hablar con otros números. Sin temor. Con alternativas. Porque aparentemente somos nosotros los que hemos de ser capaces de aportar soluciones en la actual coyuntura, y no estaría bien no poder hacerlo. Sería doblegarse a la situación. Sería como estar en la cárcel cagaítos de miedo.

No hay comentarios: